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Campaña Chimeneas de Cádiz - Febrero 2011 - IEO # Mensaje 4

Volcan de fango Anastasya ©IEO

Domingo 13 de febrero de 2011

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ya nos pone en antecedentes de lo que va a suceder en los próximos días, a través de su página web. El lenguaje técnico que utiliza lo podemos transformar, como hizo en su momento Gonzalo de Berceo, en román paladino para que todos lo comprendáis inmediatamente: el tiempo empeora y se aproximan algunas tormentas, en consecuencia, algunos, creo, que nos vamos a marear.

Esto de la Meteorología es una cosa muy curiosa a bordo de este buque. Imagino que, teniendo importancia para la navegación, no será tan importante para otras actividades en la mar. Aquí la primera y la última conversación del día son para preguntar y comentar las previsiones meteorológicas. Así, el Jefe de Campaña mantiene interesantísimas conversaciones con el Capitán sobre la evolución de los frentes, las borrascas, las bajas y altas presiones y el estado de la mar. Con ello, acomodan la actividad en cubierta a las precisiones meteorológicas, de esta manera suprimen aquellas maniobras que puedan resultar peligrosas en función del estado de la mar. Cuando ves una grúa -pluma, en el argot marinero-, de la que cuelga un sistema tan aparatoso y pesado como una box corer, comprendes enseguida que solamente se puede manejar con la mar prácticamente en calma. Aquel cacharro colgado de un cable como un péndulo, mientras no se sumerge en el agua, es ciertamente peligroso, por ello el Capitán adopta tantísimas medidas de precaución que son respetadas al milímetro por el Jefe de Campaña.

Pues yo ya viendo el mapa de la AEMET, ya me estoy empezando a sentir mal. Se nos avecina un frente de viento, lluvia y frío que nos va a dejar las manos congeladas. Pero, como os decía ayer, aquí nadie le da importancia a las incomodidades de la borrasca, y en lo único que piensan es en que tales inclemencias no vayan a reducir el número de estaciones muestreo, o lo que es peor, que nos tengamos que volver a puerto.

No se si os habéis dado cuenta de que hoy es domingo. Pues sí. Hoy es domingo y me dicen en la cocina ……. ¡que habrá menú especial! ….. ¡ay Dios mío de mi vida! …. Tiemblo al pensar en el significado de la palabra ESPECIAL ….. y me pregunto, ¿entonces no eran especiales los menús de los días anteriores? Definitivamente no voy a pensar más en las apreturas de la ropa. Para empezar el día, nos desayunamos un chocolate con churros que no se lo salta un caballo. Una buena dosis de chocolate calentito, riquísimo, y unos churritos fabricados en las cocinas del barco que nos meten unas calorías en el cuerpo que no se puede aguantar. A continuación a cubierta, pues ya empieza la faena. Nos cruzamos con Curro, que no perdona los churros, a pesar de que esta noche pasada se acostó a las 05:30 de la madrugada, después de haber realizado los perfiles acústicos de ADCP y 13 CTDs. Las ojeras le llegan al suelo pues hace un par de horas que se ha acostado pero, como él mismo dice: “un churro, es un churro, ¿no?”. Se come varias raciones y varias tazas de chocolate y se marcha escaleras arriba a su camarote que comparte con el granaíno Gerardo Bruque, que tampoco se ha quedado manco en la ingesta matutina.

A las 08:00 en punto, comienza la maniobra de largada del arte de pesca. Realizamos el primer lance de la jornada, el lance nº 3, en la zona del volcán Anastasya. A las 08:19h hacemos firme el cable, que significa que desde hace 19 minutos han estado largando cable por la popa. Lanzamos 1250 m de cable. A las 09:00 han cambiado el rumbo ligeramente para sortear un palangre que teníamos por la proa. A la 09:19 h comenzamos a virar, o sea, a cobrar cable para subir el arte. A las 09:43 h sube el arte a bordo. La pesca ha sido más pequeña que ayer pero, a decir de los biólogos, con la misma composición biológica. No parece que haya mayor biodiversidad en esta zona del volcán.

A las 09:58 empezamos con el siguiente lance, que se ha registrado en el Plan de Campaña con el nº 4, también en la zona de Anastasya. La longitud del cable esta vez es de 1200 m. A las 10:31 h hacemos firme a 524 m de profundidad. Viramos a las 11:15 h a 519 m de profundidad. Tenemos el arte a bordo a las 11:41 h. En este momento el oleaje a subido a marejada fuerza 4 del SE.

Como podréis comprobar, a tenor de la secuencia horaria a la que se suceden los arrastres, a penas queda tiempo para liquidar la tarea del primero cuando ya tienes a bordo el segundo arrastre. El trabajo se realiza a un ritmo muy fuerte, pues hemos de dejar todo perfectamente envasado y clasificado en las neveras y depósitos que tenemos en la cubierta inferior. Cada cual en su trabajo: lavado y clasificación, catalogación, fotografía, envasado, registro en el ordenador, ….. etc., todo en una auténtica cadena de responsabilidades. Os he de decir que no hay un solo tropiezo, un solo fallo, es una actividad organizativa modélica, y todo a bordo de un barco que no hace más que dar tumbos de un lado a otro.

Anoche tuve ocasión de conversar durante un rato con Curro y Laura, mientras realizaban su guardia de control del ADCP. El laboratorio de control es como la mesa de una discoteca de última generación, hasta el punto que en el argot oceanográfico denominan a esta sala como la discoteca. Dos cómodas sillas de trabajo y un pupitre que mide un par de metros, te sitúa delante de unas pantallas llenitas de botones, donde se controla la entrada de datos de un sensor que está instalado en el casco del barco. Se me antoja un clon de aquel robot de la Guerra de las Galaxias llamado R2D2, pero con el esqueleto a la vista.

Este sistema acústico de última generación, emite una secuencia de pulsos (ondas) que atraviesan las capas de agua que hay bajo el buque, y van reflejando, como si de un espejo se tratase, la profundidad a la que se encuentra cada una de ellas así como sus características oceanográficas. En algunos puntos ha de detenerse el barco para lanzar por la borda otro curioso aparatillo llamado CTD, que proporciona a los oceanógrafos datos relativos a la salinidad, temperatura, clorofila, oxígeno disuelto y muchos otros parámetros oceanográficos muy importantes para conocer las condiciones ambientales en las que se desarrolla la vida en estas zonas del océano. Me sorprende la tremenda variabilidad que tienen estos parámetros que Curro me cita, tanto espacialmente como verticalmente. “Ten en cuenta, Blanca, que estamos bajo la influencia del chorro mediterráneo, que circula por la superficie del fondo marino en los lugares en los que habitan las especies que estamos tratando de estudiar”, me matiza amablemente Curro, confirmando sus conocimientos oceanográficos como Licenciado en Ciencias del Mar que es. Laura, mientras recibo estas explicaciones, se dedica a volcar los datos del último CTD que han lanzado al agua, en el ordenador, de forma que puede verse inmediatamente una gráfica que muestra la variabilidad de los parámetros que os he mencionado.

Llegó un momento en el que me encontraba hablando en balleno con Laura y Curro, pero no me dí cuenta de ello hasta que Laura me preguntó porqué no me iba a dormir. De repente fui consciente del nivel de balleno que había alcanzado y comprendí que había llegado la hora de irse a la cama. A la hora del desayuno, entre churro y churro, me comentó Curro que al poco rato de irme a dormir tuvieron cobertura de móviles. ¡Que pena!, pensé yo, ….. ¡hubiéra podido llamar a alguien para que comprobara mi dominio del balleno! Ahora creo que voy a incorporarlo a mi Curriculum vitae como otra de las lenguas que domino.

Me alegra ver el panorama que ofrecen las aves marinas revoloteando a nuestro alrededor cuando tiramos al agua los descartes, eso si, después de clasificarlos y de quedarnos un ejemplar para la colección de referencia. Así que los biólogos sabes perfectamente que ave se ha comido cual especie. Es gracioso ver el dominio del lenguaje científico de estos investigadores. Señalan a las aves refiriéndose a ellas con el nombre en latín. Clack, clack, clack,…… Miguel tirando fotos en serie: “¡mira que bonito, Blanca! ….. ¡guau! …. ¿has visto ese alcatraz lanzándose en picado al agua?.... ¡que espectáculo!”. Sí, desde luego es un espectáculo, pero aquí el barco se está moviendo cada vez con más fuerza. El oleaje aumenta a fuerte marejada a las 16:50.  Algunos empezamos a sentir los primeros síntomas de mareo. Yo estoy a popa, con las manos en la masa, heladas, ayudando a tamizar un fango muy denso, para separar el fango de las piedras. También hay que buscar con mucho cuidado los pogonóforos, que parecen un pelo rojizo y quebradizo, pero que son especialmente significativos pues eligen vivir en zonas en las que hay emanaciones de gas. Trato de entretenerme, mientras hurgo en el fango, mirando la agilidad que tienen los alcatraces frente a las gaviotas, resultando mucho más eficiente en la pugna por conseguir alimento. De esta manera no pienso en los retortijones que me está dando el estómago y que tengo que aprender a controlar. Algunos dicen que esto se consigue. Ya os contaré al final de la campaña.

Pasamos la tarde haciendo muestreos con beam trawl, con dragas de arrastre bentónico y box corer. Estos dos últimos sistemas son como para volverse loco. La cantidad de sedimento y fragmentos de roca  que traen a bordo es ingente, y su clasificación parece interminable. Además hay que tener muchísimo cuidado para no fracturar los pequeños bichillos que van en su interior. José L. Rueda es particularmente meticuloso en la tarea de extraer del fango cuanto bichillo encuentra en el interior. Da gritos de alegría cuando se da de bruces con una especie protegida. Entonces parece que se queda paralizado y comienza a escrutarla con lupa, como queriendo sacarle sus secretos más íntimos. Como ya todos lo conocen, pues bromean con su ensimismamiento bentónico. Es un artista. Es la joya de la corona, a decir del IP. La verdad es que no se queda tan contento cuando encontramos corales fósiles, a quienes ya conoce desde la primera campaña, como nos sucedió en la primera draga que hicimos después de comer. Sin embargo los geólogos se ponen contentos. Aquí hay para todos. Tomás, Desi, Nieves, Luismi, contemplan la brecha fangosa y el fango hemipelágico con los mismos ojos de cariño con los que Jose L. Rueda lo hace con sus pogonóforos. Me preocupa de verdad lo que sucederá con estos amores tan enconados, mañana que es el día de San Valentín.

Un arrastre particularmente interesante ha sido en que realizamos con beam trawl (BT), o bou de varas, en la cima del volcán de fango Anastasya. A las 16:03 arriamos el arte al agua con 950 m de cable, los primeros 5 minutos ha ido dando saltos por el fondo marino, luego ya se asentó. Esto se puede saber gracias a los sensores de abertura vertical que le hemos instalado al arte. En el puente, sobre una pantalla, visualizamos la profundidad a la que está el arte, su altura sobre el fondo y la abertura de la boca (la parte de la red que recoge las cosas del fondo). A las 16:32 h empezamos a virar. Con beam trawl arrastramos 15 minutos a contar desde el momento en el que todo el cable está largado. A las 16:43 h subimos el beam trawl a bordo. Obtenemos poca muestra pero con organismos interesantes: esponjas y pennatulaceos, organismos interesantes para la protección en la Red Natura 2000.

Para deciros la verdad, me he tenido que retirar al camarote antes de lo que había previsto. La mar nos está pegando un meneo de órdago a la grande. Solamente podremos hacer perfiles de ADCP, así que, si no amaina la fuerte marejada que nos castiga, no podremos hacer muestreos con el CTD. Ya le preguntaré mañana a Curro que es lo que han hecho durante la noche. Yo me voy corriendo al camarote antes de que me sienta peor. No se que me da cuando me retiro, porque los investigadores siguen dándole a todo como si no pasara nada. Son marcianos, os lo digo yo. Marcianos. Cuando me dormí, por fin, después de controlar el vaivén de mi cerebro y de mi estómago, comencé a soñar que estaba en bañador sobre un patinete de pedales, meciéndome sobre las olas en una playa del Caribe. ¿No os parece fascinante? La verdad es que no se para que me han puesto un menú especial de domingo. Me parece que no va a aguantar en mi estómago, y además, no he tomado la cena especial. Lo que sí aseguro es que me encuentro especial y no quiero encontrarme así. Buaffff.

(Publicado 18 Febrero 2011)

Beam trawl desplegado sobre la cubierta ©IEO
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