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Campaña Chimeneas de Cádiz - Junio 2010 - IEO # Mensaje 20

La Jefa de Campaña, Dra. Nieves López González, afanada con sus sedimentos después de un muestreo. Cada estación que se muestrea con box corer se realizan tres lanzamientos de la draga, de forma que se obtiene una básica y tres réplicas, con el fin de rea

Domingo 20 de junio de 2010

En la carretera que une Vilagarcía de Arousa y Sanxenxo hay paisajes que hay que ver, y hay paisajes que hay que contemplar. Los más interesantes son los segundos. Los que se contemplan. Tienen, además, la ventaja de que en el acto de contemplación, uno puede fijarse en muchas cosas, por ejemplo, en unos terrenos de labor, en un pinar, en unas vacas amarelas o puchas, en unos pazos de granito o en una cuantas hectáreas de viñas de uva Alvariño. ¡Ah, qué descubrimiento!.... Ese campito convertido en viñedo en el que me he fijado yo, se extiende a lo largo de unas . Está enclavado en la muy antigua villa de Ribadumia. Allí hay unos amigotes a quienes les gusta mucho la cultura del vino y decidieron unir sus terrenitos para fundar una bodega con pretensiones regias que, a la postre, les ha proporcionado un producto verdaderamente regio: Bouza do Rei. Este vino, hecho con uva Alvariño de Ribadumia -cuidando la uva como si fuera un bebé-, mezclada con las  uvas procedentes de Val de Salnés, es un producto extraordinario en el que usted, si viaja por esa carretera, debe fijarse. La cata nos desvela un elixir de color amarillo dorado, con un aroma potente, frutal, agradable, denso, sabroso y equilibrado. Un buen vino. Un vino para disfrutar con los amigos,  única y exclusivamente con los buenos amigos, los que sabes que nunca te van a fallar, y nunca con los indiferentes, como puede ser de Cádiz, por muy cortés y diplomático que usted quiera ser.

Hoy hemos tenido la ocasión de juntarnos unos cuantos amigos y disfrutar de una buena comida regada con aquel elixir de Ribadumia. Por la mesa pasaron varios productos del campo y de la mar en perfecto maridaje, aunque esto del maridaje de dos ecosistemas tan distintos es algo discutible pero que en la mesa de hoy, nadie estaba dispuesto a cuestionar. Se daba por bueno. ¿Cómo decir, o ni siquiera pensar, lo contrario? Milucho permanecía atento a cualquier plato que quedara vacío. "A ver, Milu, tráenos unas botellas del Alvariño que tenemos ahí", indica el Capitán al Cocinero. No pasaron ni dos segundos cuando aparecieron dos botellas de Bouza do Rei encima de la mesa. de Campaña fue propuesta por el Capitán como la responsable de la apertura de los recipientes de cristal. "Haz los honores", sugirió el Capitán. Los hizo, vive Dios que los hizo. La primera calló en nada. Hubo que abrir una segunda y hasta una tercera.

Hoy es domingo, como sabréis, y estamos en medio de la mar, trabajando como borricos desde las ocho de la mañana. El Capitán nos ha comentado que, para no romper el ritmo de trabajo con el almuerzo, sería bueno que no hiciéramos turnos,  si no que comiéramos todos juntos. de Campaña, al igual que todos los científicos,  pensó que era una magnífica sugerencia, así que nos dimos cita en el comedor todos los de a bordo, a la una en punto de la tarde, con un apetito que nos traspasaba el estómago. Esto nos daría la oportunidad de compartir mesa y mantel, por vez primera, confraternizando con toda la tripulación. A pesar de lo breve que fue el tiempo que dedicamos a este menester, todos disfrutamos el momento, dándonos oportunidad de enfrascarnos en polémicas verdaderamente entretenidas.

Qué cosas más buenas y sabrosas nos preparó en Gran Milucho. Pulpo a Feira, Paté de anchoas realizado por él mismo, pimientos de piquillo con anchoas de Santoña, queso de tetilla y queso manchego, langostinos con camarones y gambas con un aroma de ajillo, y croquetas. Todo ello estaba acompañado de unas finas láminas de paletilla de cerdo ibérico de Jabugo que nos ha traído de su tierra natal nuestra Jefa de Campaña, y que solamente nos lo deja degustar los domingos. Eso sí, le pegamos unos meneos que lo dejamos temblando. Aquellas láminas de jamón las había cortado, con gran destreza y maestría, el IP del Proyecto, quién se ha desplazado, única y exclusivamente, a Cádiz para realizar este trabajo a bordo. Cortar el jamón. Él, que ha cortado jamones en las mejores plazas de España y del extranjero, incluso en Ferrol, es un Maestro en el arte de laminar jamones, en extrafinas y cremosas lonchas aromáticas, utilizando para ello el muy acreditado cuchillo jamonero, nada de máquina. Son muchos los hombres y mujeres ilustres que han reconocido públicamente esta destreza manifiesta que tiene el IP. Entre ellos se encuentra de Campaña -quién no ha expresado con suficiente contundencia esta opinión, todo hay que decirlo-, y el Capitán Caballero. En opinión de este ilustre marino, hay que descartar definitivamente la equiparación en destreza y habilidad con otros científicos que han pasado por el buque, presumibles cortadores de jamón, cuyos cortes no han alcanzado el nivel de calidad y finura conseguidos por el IP. Por ahora, lo único que ha acreditado el IP es su categoría como cortador de jamones. Pues bien, así transcurrió la tertulia en el almuerzo, agradable, encendida por momentos, polémica, jovial y muy dinámica. El dinamismo, yo creo, lo imprimió el Bouza do Rei. El disfrute, la compañía y el magnífico ambiente que reina a bordo.

Ese ritmo de trabajo agotador que, sin embargo, te incita a continuar en tu puesto procesando una muestra tras otra, sin importarte si sientes las piernas o si no, si estás encharcado de agua o si ya no sabes si tienes manos, o incluso huella dactilar, de tanto pasarlas por las mallas metálicas con las que están hechos los tamices. Para colmo de males, siempre se te clavan en las yemas de los dedos un montón de turritellas, que son como aguijones, y allí nadie se queja. El hilillo de sangre de se derrama del dedo queda oculto por la espesura del fango en suspensión que invade todas las bandejas de lavado y la mesa sobre la que trabajamos. Dos mangueras de agua salada en permanente actividad. Dos chorros de agua que nos ponen la ropa empapada y que se nos cuela por las botas. Una delicia, vamos. Todos tratando de encontrar la fauna representativa de los ambientes caracterizados por el gas somero,  y yo preguntándome como había llegado hasta allí. ¿Quién me había puesto un tamiz en las manos si yo solo soy el narrador de esta historia? ¿Habría sido yo el inconsciente que se hubiera presentado voluntario para agilizar el procesado de las muestras? ¿Y ahora, cómo me retracto del paso que he dado? ... ¡imposible!... ¡todo por el Alvariño! Hoy hemos visitado cuatro estaciones, en plan Vivaldi. Las cuatro las hemos muestreado con box corer (ver la foto de la izquierda) y una de ellas la hemos barrido, previamente, con una draga de arrastre bentónico. No os podéis imaginar la cantidad de sedimento que salió y lo contento que se puso el Dr. José Luis Rueda Ruiz. Yo, me eché a temblar. Se me erizaba el pelo cada vez que veía subir una draga box corer repleta de fango. Los poliquetos hacían esfuerzos por escapar de aquella trampa. Las turritellas deseando pincharme las manos. El aroma del fango fustigando mi pituitaria. Un cuadro, vamos. , más feliz aún. "¡Más fango!", exclamaba a voz en grito. "Jóse, ¿has terminado la anterior?", preguntaba la sedimentóloga al bentólogo. Una y otro enfangados en sus sedimentos. Curro López, atendiendo a todo, poliédrico y polivalente. El IP tampoco se quedaba atrás. Parecía claro que el jamón le había reparado las fuerzas y el vinillo le había aportado las calorías suficientes como para poder resistir en cubierta. Compaginaba la toma de  fotografías con el tamizado y, gracias a la cámara de su hija periodista, ha realizado un magnifico reportaje que se irá desgranando a lo largo del diario y que me ha cedido muy amablemente. De vez en cuando desaparecía de cubierta para hacer más fotografías y, al rato,  regresaba para retomar el tamizado, con la habilidad de que a su regreso ya se había terminado el procesado. Es un hombre muy ocupado. No para, aunque no sabemos bien cual es la ocupación que tiene, pero nadie le dice nada, no sea que te cuente alguna historia antigua del IEO con pelos y señales..... ¡ohú, que fatiga!

Yo vuelvo a decirle al Dr. Rueda que le echo una mano en el tamizado, pues veo que el hombre es feliz con su fauna bentónica y necesita que le quiten muestras de en medio. Allá me voy. Me sorprende ver como de cada cajetín del box corer, los científicos sacan varios tarritos. Cada uno para cada cosa. Esto para la geoquímica, dice Nieves López. Esto para la materia orgánica, dice Jóse Rueda. Ahora la temperatura en el sedimento, luego el potencial redox, y así, un sin fin de mediciones en cada una de las muestras que sustraen al fondo marino. Luego, a lavar y separar fauna. Tremendo, verdaderamente tremendo. Acaba uno agotado. De sol a sol. Reconozco que este trabajo tiene mérito. Menos mal que solamente estoy a bordo para hacer la crónica diaria, digo para mis adentros.

Como presunto periodista científico que soy, interrogo a de Campaña, con el ruego de que utilice un lenguaje sencillo de comprender, no excesivamente técnico. Busco la noticia. Me interesa saber algo destacable sobre la naturaleza del depósito que están estudiando a tenar de las muestras que extraen del fondo marino. No oculto que es encantadora y muy fotogénica, y no lo digo por lo del jamón, ¡eh!, no seáis mal pensados, lo digo porque de verdad se esfuerza en responder a cuantas preguntas le hago, por muy difíciles que sean las circunstancias en las que le pregunto. Siempre responde en el acto, con una sonrisa en la cara. Nunca pospone sus respuestas, ni te dice de sopetón, como otras personas, “mira es que estoy muy ocupada ahora y si me entretengo contigo me hago un lío y ya no sé ni lo que estaba haciendo y este es el peor momento que has buscado para preguntarme...” y tal y tal. ¡Qué va! ¡a coger el toro por los cuernos!... ¡eah! "Pues, verás”, me dice con esa gracia andaluza de honda raíz onubense, “el sedimento es un fango masivo marrón grisáceo, con motas dispersas de materia orgánica y bolsas de materia orgánica fluidificada. La capa superior que sella la draga, está formada por fango de color marrón claro que alcanza un espesor no superior a un centímetro". Así que ya lo sabéis. Fango hasta los ojos.

Me intereso por la fauna que están recogiendo y me acerco al bentólogo Dr. Rueda, "El Australiano" entre los colegas, y me larga una retahíla de nombres latinos que me hace pensar que han encontrado un tipo de fauna muy interesante, al menos eso deduzco de la expresión de emoción  que refleja su cara. "Verás, hay, fundamentalmente moluscos y poliquetos, o sea, lo propio de un hábitat detrítico enfangado. Hemos encontrado especies africanas como los gasterópodos Nassarius elatus y Mesalia varia. Otro gasterópodo abundante es communis. Entre los bivalvos dominantes, destaca Abra alba y Abra prismatica, Chamelea striatula, Corbula gibba, Nucula sp. Y entre los poliquetos, destaca la presencia de Spiochaetopterus sp. y especies de la familia Capitellidae. La verdad, es que es un fondo con muy poca diversidad y, por ahora, no hemos visto ninguna evidencia de un hábitat 1180 derivado de las inmensas cantidades de gas que hay cerca de la superficie".

Nos acompañan durante, prácticamente, todo el día, unas simpáticas pardelas  formando grupos numerosos junto a las gaviotas. Nadan por las inmediaciones de la popa del barco y no parecen asustarse por las operaciones y los ruidos que hacemos en cubierta. Contrasta su color grisáceo sobre el blanquecino de las gaviotas y tienen, además, menor porte. Curiosamente no se mezclan. Forman dos grupos diferentes que reposan juntos sobre las aguas. Es muy bonito ver como las segundas levantan el vuelo y se elevan a una cierta altura sin apenas realizar esfuerzo alguno, mientras que las pardelas tienen un vuelo un poco más torpe y lo realizan pegadas a la superficie del mar. Las dificultades para desembarazarse de las bandejas con los sedimentos, nos ha impedido hacer fotos bonitas de estas aves marinas.

Llegada la hora de regresar a puerto, nos aplicamos para finalizar el procesado de las muestras que aún no han visitado el tamiz. Prácticamente, cuando estábamos envasando la última muestra, nos encontramos con que el Capitán ya estaba atracando el buque en el horroroso y solitario muelle de Os dejamos ya, con la esperanza de que mañana volváis a visitarnos y a compartir con nosotros la ilusión de una expedición oceanográfica que ya ha superado su ecuador muy satisfactoriamente.

El sol da sus últimos coletazos cuando llegamos al hotel. El paseo marítimo es un jolgorio de personas que pasean, niños que corretean, mercadillos de baratijas, al tiempo que aún se ven personas recostadas sobre la arena de la playa y muchos otros caminando o corriendo en la arena húmeda que deja la marea baja. Cádiz tiene estos contrastes en un mismo espacio. Playa y Paseo Marítimo. La salita de estar y el pasillo de la casa sin techo que tienen los gaditanos, y que nos ofrecen gratuitamente a los visitantes para que lo compartamos con ellos. No se lo pierda, oiga.

(Publicado 25 Junio 2010)

El Dr. Rueda a popa, delante de su mesa de procesado de sedimentos, rodeado de bandejas con las fracciones de material dispuestas para su tamizado en húmedo ©IEO
La draga Box corer en el momento de ser lanzada al agua por la banda de estribor. En primer plano el Primer Oficial Manuel A. Piñeiro Barros, corredor de fondo, y en la cubierta superior el Licenciado Curro López, que hace las funciones de navegante en la
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