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Campaña Chimeneas de Cádiz - Octubre 2011 - IEO # Mensaje 9

El Vizconde navegando hacia la zona de trabajo © IEO

Viernes 28 de octubre de 2011

Nos dirigimos directamente al perfil L3 que hemos de levantar con TOPAS y que está situado frente a las costas de Huelva. Si la evolución es favorable, retomaremos inmediatamente los barridos con multihaz pues es la tarea prioritaria. Hemos de asegurar el barrido batimétrico en toda la zona con potencialidad de acoger hábitats 1180, para que el próximo año, en la última campaña que resta al proyecto, podamos visitar todos los puntos que hayamos identificado como posibles hábitats 1180.

Con el fin de aprovechar al máximo la navegación, comenzamos a grabar a los de profundidad, en el transito hacia el comienzo de la línea de topas señalada como objetivo. Durante la travesía comprobamos que el Hypack (software de navegación) se ha desconfigurado y parece no entenderse con el resto de los sistemas. Así que no tenemos más remedio que resetear todos los sistemas que van conectados al Hypack y volver a grabar datos. Afortunadamente ese era el fallo. Parece ser, a tenor de la opinión de los expertos, que los movimientos bruscos del barco repercuten negativamente en estos sistemas que son extremadamente sensibles. Resuelto el problema navegamos sin mayores dificultades a lo largo de la línea. Vemos que hay bastante mar de fondo pero no nos incomoda en la adquisición de datos, únicamente nos produce un cierto malestar en el cuerpo pero no llega a mayores.

El turno de guardia que ha de entrar a las 12:00 comienza a segregar jugos gástricos por culpa de los aromas que comienzan a ascender por las escaleras procedentes de las cocinas. Los maestros cocineros se afanan en inundar de buenos olores el interior del barco para que los comensales lleguen a la mesa con mucho apetito y así no dejen nada en los platos, ….¡que digo platos! …. ¡en las fuentes!

A las once en punto de la mañana ya están acomodados en sus puestos los miembros del turno de guardia que ha de comenzar su tarea a las 12:00. Algunos no han desayunado, así que esta comida será su forma de romper el ayuno que han mantenido desde el día de ayer. Caras sonrientes como corresponde a los humanos felices que no están nada mareados. Nervios de acero soportando los olores y ver que alguno se retrasa en la cita. Todos esperan hasta completar el aforo. A las once y dos minutos hace su aparición en escena una colección de soperas repletas de fabada con todo lo que os podáis imaginar. Allí había chorizos, morcillas, tocinos, jamón, fragmentos de cachetitos,…etc., que no se podía aguantar. Ya os podréis imaginar que no quedó nada en las soperas. Cuando regresó el camarero y preguntó si alguien quería un poco más, fueron muy pocos los que renunciaron “a una segunda sopera por barba”. Como todavía quedaban huecos que rellenar, atacamos sin piedad alguna a las alitas de pollo con ensalada o patatas fritas, a elegir, pero, como siempre, hubo quien eligió de las dos…. ¡y con pan! De postre aún quedaría una sorpresa agradable: un riquísimo flan de queso gallego. Os diré que le he propuesto al cocinero hacer de redactor de un libro de recetas que compendie las comidas a bordo. Cocina de calidad y nada de las chorradas de la nueva cocina étnica que nos colocan en el “Canal Cocina” de la tele, ese que se anuncia con un huevo frito en el ángulo superior derecho. ¡Un par de huevos!, ese es el logotipo del auténtico canal con el que se publicita la alimentación es este buque. Ya os contaré en otra ocasión.

Finalizados ambos turnos de almuerzo y con las energías renovadas gracias a las intensas dosis proteicas ingeridas, nos dispusimos a realizar un perfil de velocidad de sonido para lo cual utilizamos un CTD, ya que según las comprobaciones que hicimos hace unos días parece que este equipo da mejores resultados que el perfilador de sonido. A las 15:08 iniciamos la maniobra de arriado del CTD y a las 15:30 la finalizamos. En esta ocasión largamos de cable para una profundidad de , pues queremos asegurarnos de que cubrimos al completo la columna de agua, desde la superficie de la mar hasta la superficie del fondo. De superficie a superficie, vamos. El procesado o adaptación de los datos del CTD para poder incorporarlos al sistema de procesado de datos de la multihaz es un poco más laborioso que con el propio perfilador. Hay que descargar los datos del CTD desde un ordenador del laboratorio húmedo, pasarlos con un dispositivo USB a otro ordenador que tiene el software de procesado del CTD. Con ello podemos calcular la velocidad del sonido a lo largo de la columna de agua, en función de los valores de conductividad y la temperatura. Posteriormente, hay que hacer un fichero de texto con los datos, exportarlos a una tabla EXCEL, y crear un archivo *.dat. A continuación hemos de trasladarlos a través de un FTP a la estación UNIX de la multihaz, volverlo a editar y ponerle la cabecera de los archivos asvp. El final de la operación consiste en cargar ese perfil de sonido como el de referencia que vas a utilizar hasta que no se realice otro diferente en el momento que interese. En fin, una tarea un poco tortuosa que nos está dando muy buenos resultados.

Puestos sobre las líneas de multihaz, hemos empezado a navegar sobre la isobata de para correr hasta la de 300. La emoción surgió de repente cuando Gerardo Bruque descubrió un par de montículos que tenían toda la pinta de ser nuevos volcanes de fango que no teníamos catalogados en nuestros archivos. Revuelo general por querer ver aquellos relieves. El perfil de topas se retrató en una imagen generada por captura de pantalla. Sonrisas y mucha alegría. Ya se empezaron a especular con posibles nombres para los montes: “¡Silvia, Silvia!”, gritaba Gerardo como un descosido. Todos creíamos que estaba proponiendo el nombre de su amada Silvia como posible topónimo para uno de los montes, pero rápidamente nos dimos cuenta que lo que hacía era hablar por teléfono con ella para contarle el nuevo descubrimiento y asegurarle que no estaba comiendo mucho, aunque el exceso de peso con el que podría salir del buque lo compensaría con más horas de gimnasio. Un santo, de verdad, un santo varón.

“¡Que pena que no tengamos un sacatestigos para lanzar en los montes y comprobar si son volcanes de fango!”, exclamaba Luismi ante la sorpresa de Marina Goicoechea, quien permanecía delante de la pantalla de la multihaz sorprendida de la interpretación geológica que hacían los geólogos marinos de aquellos pequeños montículos. La alegría no fue menor cuando pasamos por encima del Banco del Guadalquivir, el único relieve prominente que surge del fondo del Golfo de Cádiz constituido por rocas pizarrosas y cuarcíticas, que son de las más antiguas de las existentes en Nos acordamos de nuestra colega del IGME, Teresa Medialdea Cela, experta en tectónica y medio enamorada platónicamente de este relieve sobre el que ha escrito numerosos artículos científicos.

La cena no se hizo esperar después de un día de intenso trabajo y de emociones sin contener. “Todo eso abre mucho el apetito”, dice Curro, que espera ansioso para volver a inmergir su “Currita”, después del éxito cosechado en las últimas inmersiones. Cuando nos sentamos a la mesa creímos contemplar Hollywood: una sopa de ESTRELLAS calentita con el que vimos la bóveda celeste al completo. De segundo plato nos presentaron el extremo final de una ternera, me refiero al final del final, o sea, el rabo. La verdad es que no es un plato que le guste a todo el mundo, tanto por lo de la procedencia de la pieza, tan cerca de la salida natural de lo sobrante, como por lo gelatinoso que resultan algunas partes. Sin embargo este rabo era un rabo de categoría, un pedazo de rabo, a decir de algunos comensales. Se hacía acompañar de una salsita aromatizada con diversas hierbas y arbustos silvestres, que no dejaban opción a las dudas. Aquel rabo había que probarlo, no quedaba más remedio, incluso para los más reticentes al rabo. No tengo que decir que de allí solamente salieron los huesos, y eso que la explicación hay que buscarla en la dificultad que tiene la expedición científica para desarrollar incisivos que permitan roer las piezas óseas, ¡eh!

Hoy hemos navegado náuticas, lo cual es un record considerando el retraso que nos ha producido el temporal. Estamos satisfechos del trabajo realizado y del esfuerzo que todos, tanto tripulantes como científicos, hemos introducido en la misión que nos ha traído hasta estas inquietas aguas del Golfo de Cádiz.

(Publicado 2 Noviembre 2011)

Situación de los principales volcanes de fango hasta ahora conocidos. Con la prospección que ahora realizamos intentamos saber si existen más lugares por los que se expulse el metano almacenado en el interior de los sedimentos y que pueda constituir un há
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