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Campaña de marcaje de pardela cenicienta– GPS Parque Nacional de Timanfaya (Lanzarote) Septiembre de 2012 SEO/BirdLife

© SEO/BirdLife - J.M. Arcos

Esta campaña se realizó entre el 3 y el 24 de septiembre de 2012 en el malpaís de El Mojón, en el límite meridional del Parque Nacional de Timanfaya, Lanzarote, con el objetivo de conocer los patrones de uso del espacio y los ritmos de actividad de la población de pardela cenicienta que nidifica en el malpaís de El Mojón en el Parque Nacional de Timanfaya. Para esta campaña se seleccionó una zona de cría cuya población reproductora pudiera, a priori, frecuentar las dos áreas INDEMARES de Canarias, el Banco de la Concepción y el Banco de Amanay – oriente de Fuerteventura-Lanzarote, para de esta forma obtener datos para ambas áreas.

Para ello, se eligieron registradores de GPS que son más precisos que los emisores vía satélite (PTT), a la vez que proporcionan un mayor volumen de localizaciones. Su tamaño es lo suficientemente pequeño como para marcar pardelas cenicientas y la descarga de información necesita de la recaptura del ave, lo cual no es problema con la pardela cenicienta. Otra desventaja es su menor autonomía respecto a los PTT (ya que estos GPS no llevan alimentación solar). En esta ocasión se utilizaron registradores de GPS de CatTrack comercializados para el seguimiento de mascotas. Éstos son muy económicos, pero es necesario utilizar un tubo de goma termoretráctil, empleado en trabajos eléctricos, para sellar e impermeabilizarlos. Estos dispositivos resisten buceos de hasta 15 ó 20 m de profundidad, y son relativamente fáciles de programar. La precisión de la señal es la propia del sistema GPS, con un error que no supera los 25 m. El sistema de anclaje consistió en la sujeción del aparato a las plumas del dorso del ave mediante un tipo especial de cinta adhesiva (TESA). La captura de las aves (adultos reproductores) se realizó a mano directamente en las huras, realizándose siempre que fue posible, la retirada y colocación de los registradores GPS al anochecer o durante la noche. Los registradores GPS fueron todos programados de la misma manera, recogían un dato cada 5 minutos de forma continua, dado que se presuponía que los viajes debían ser cortos (<15 días) y que por tanto las baterías de los aparatos iban a poder registrar los viajes completos.

El análisis de la información se realizó siguiendo las directrices del programa Tracking Ocean Wanderers (BirdLife International, 2004), de esta forma se consideró que la unidad de muestreo era el viaje. Esto es, para individuos reproductores, cualquier salida del nido, que puede oscilar entre uno y varios días, presumiblemente con fines de alimentación.

Se marcaron 24 pardelas cenicientas adultas en 17 nidos, de las que se recuperaron los registradores GPS de 17 aves (16 con datos válidos). El funcionamiento de los registradores de GPS fue muy satisfactorio, aportando un total de 33.620 localizaciones en 37 viajes de alimentación de las 16 pardelas en las que los aparatos funcionaron correctamente. Se obtuvo una media de 3,7 viajes por ave, y el número total de días de seguimiento ascendió hasta los 123.

En relación a los resultados obtenidos en el Banco de Concepción, sólo un ejemplar visitó las aguas al sur del Banco, por lo que la importancia de la zona parece baja para las aves situadas al sur de Lanzarote.

En relación a la zona de Fuerteventura-Lanzarote, cabe destacar que la mayoría de las aves utilizó el Estrecho de la Bocaina para acceder a las aguas norteafrianas, respaldando la importancia del Estrecho de la Bocaina (IBA ES401) como lugar de paso para las pardelas cenicientas, que también sirve de canal de acceso a las zonas de alimentación a pardelas cenicientas de colonias más distantes, particularmente a las de las islas Salvajes. Sorprendentemente, ningún ave utilizó las aguas al oeste de la isla de Lanzarote o de Fuerteventura, lo que sugiere que el Banco de Amanay no es de especial importancia para estas aves, por lo menos a finales del periodo reproductor. Esto no significa que las colonias de la costa occidental de Fuerteventura o incluso las aves procedentes de islas más occidentales puedan utilizar estas aguas en cierta medida, pero su rol debe ser secundario si se tiene en cuenta la escasez de pardelas durante los censos desde barco realizados en esta zona.