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La Fundación Biodiversidad y la Fundación CRAM realizan unas jornadas de formación dirigidas a los pescadores

Fecha: 
Lunes, 3 Septiembre, 2012
Patrones de los palangreros que han recibido la formación en el puerto de Blanes ©CRAM

Pescadores catalanes, murcianos, valencianos y andaluces que faenan en aguas españolas reciben formación para mejorar el estado de conservación de la tortuga boba en el marco del proyecto LIFE+ INDEMARES.

A lo largo de todo el verano, los pescadores han recibido formación y materiales con el objetivo de mejorar el estado de conservación de las poblaciones de tortuga boba (Caretta caretta), una especie catalogada como en peligro de extinción en los mares españoles y que es objeto de estudio del proyecto europeo LIFE+ INDEMARES.

La formación que comenzó en Galicia el pasado junio se ha seguido desarrollando en Cataluña, en Murcia, en Andalucía y en la Comunidad Valenciana donde continuará  las próximas semanas. En total más de 500 embarcaciones de pesca reciben esta formación con el objetivo de preservar la biodiversidad marina de nuestros mares.

La entidad encargada de ofrecer esta formación a los pescadores es la Fundación CRAM para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos, que ha sido contratada por la Fundación Biodiversidad, coordinadora del proyecto LIFE+ INDEMARES (Inventario y designación de la Red Natura 2000 en áreas marinas del Estado Español), que actúa en representación de todos los socios del mismo.

Esta campaña de sensibilización incluye reuniones con los pescadores de palangre, arrastre y trasmallo, para exponer las problemáticas de la captura incidental (by-catch) de tortugas marinas y plantear soluciones a través del uso de diferentes materiales elaborados e integrados dentro del material básico de las embarcaciones de pesca.

La problemática principal que pone en peligro la supervivencia de las especies de tortugas marinas es la captura incidental por el arte de pesca de palangre. La tortuga muerde el anzuelo en busca de alimento y queda enganchada, de forma que si el pescador la iza a bordo de la embarcación, puede causarla lesiones severas. Si por otro lado, el pescador corta el sedal, dejando un margen de hilo considerable, la tortuga puede tragárselo y producirle lesiones intestinales hasta causarle la muerte.

Después de numerosos estudios, la Fundación CRAM ha constatado que la mejor forma de actuar ante un caso como este es cortando el sedal a ras de boca y liberar al animal sin subirlo a la embarcación. Las pruebas realizadas han puesto de manifiesto que el anzuelo que queda clavado en la boca no pone en peligro su supervivencia y con el tiempo lo acaba desprendiendo.

Para conseguir que los pescadores puedan actuar siguiendo unos parámetros que permitan la conservación de esta especie amenazada es fundamental sensibilizarlos sobre esta problemática y formarlos en el uso de unas pértigas corta sedales, con el fin de que se conviertan en herramientas de conservación normalizada en nuestra flota.

Para cumplir estos objetivos, es muy importante contar con el apoyo y colaboración del sector pesquero. En este sentido, el equipo CRAM reforzará un modelo de acción basado en la comunicación personalizada con cada uno de los pescadores que interactúan en las áreas del proyecto. En paralelo, se establecerán las colaboraciones necesarias con la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y el resto de autoridades competentes, con el objetivo de ampliar el convencimiento social sobre el uso de artes de pesca sostenibles que favorezcan la preservación de los ecosistemas marinos.