El día 17 no amanece con unas buenas condiciones meteorológicas. Hay una intensa calima y ya desde primera hora de la mañana tenemos 10 nudos de viento del NW y más de 1 m de mar de fondo, también del NW. Hasta pasadas las 15.00 h de la tarde no hemos tenido ningún avistamiento… a unos 1000 m de la embarcación han emergido lentamente 2 zifios de Cuvier, a unos 10 m uno de otro. Se desplazaban lentamente hacia el SW y se han fotoidentificado enseguida, no parecían molestos por la embarcación. A las 17.04 h se ha avistado un cachalote, aunque lo escuchábamos desde las 13.47 h a través del hidrófono. Se ha estimado que se trataba de 2 individuos pero sólo se ha conseguido fotografiar la aleta caudal de uno de ellos. La inminente falta de luz y el mal estado del mar, junto con la velocidad de desplazamiento en inmersión de los cachalotes han dado lugar al abandono del avistamiento.

Atracamos en Morro Jable donde nos espera Daniel Cejudo, un nuevo voluntario, a las 21.30 h.

El día 18 comienza muy rápido y animado y a las 8.50 h ya está el Oso Ondo a más de media milla de la bocana y con los avistadores en la torre dando las condiciones meteorológicas y el estado del amar a través de la radio. La fuerza del viento oscila durante casi todo el día entre 1 y 2, con componente E y SE y el mar de fondo supera los 2 m. Persiste la calima y el cielo está parcialmente cubierto. Aún así la detectabilidad de cetáceos es muy buena hasta las 15.30 h, que sube la fuerza del viento a 10-12 nudos y se encrespa la superficie del mar.

A media mañana (11.36 h) se detecta un grupo bastante numeroso, entre 85 y 100 animales, de delfines de dientes rugosos. Más del 80% del grupo está compuesto por individuos juveniles y subadultos y se fotografían dos díadas de hembra con su cría. Durante todo el tiempo que tenemos contacto con los delfines estos se desplazan en un grupo muy compacto y a velocidad media hacia el NE (70°) y salvo algún juvenil que otro que viene a la estela de la proa, son completamente indiferentes a nuestra presencia.

A las 13.28 h se ha avistado un zifio. En un primer momento se ha visto un lomo oscuro a unos 1600 m de la embarcación, desplazándose lentamente pero antes de llegar a una distancia suficiente como para identificar la especie, el animal se ha sumergido. Se ha realizado una espera de casi 1 h pero no se ha vuelto a avistar. Además, el viento han ido arreciando durante esta espera y la superficie del mar se ha ido llenando paulatinamente de espumas y pequeñas olas, y en estas condiciones, volver a ver a un zifio (con un comportamiento aéreo extremadamente discreto) sería casi imposible… De hecho, desde las 16.00 h debemos cortar el esfuerzo visual y poner rumbo al puerto debido al mal estado del mar.

Aún así, a las 18.50 h y muy cerca ya de la costa volvemos a avistar a los delfines de dientes rugosos. Algunos individuos reconocibles por sus aletas muy marcadas pertenecen al grupo anterior, aunque en este grupo hay más crías. Siguen desplazándose hacia el rumbo 75° y se muestran indiferentes al barco. La fotoidentificación es muy difícil con este mar tan revuelto.

Entramos en Morro Jable a las 19.50 h.

(Publicado 5 Diciembre 2012)