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Campaña Chimeneas de Cádiz - Junio 2010 - IEO # Mensaje 3
Jueves, 3 de junio de 2010
La mañana se inicia con la rutina que ya va tomando forma cotidiana. Diana a las 06:30, desayuno a las 07:00 y salida a la mar a las 08:00 horas. Los comentarios sobre las incidencias técnicas del día de ayer y lo previsible que pueda suceder en el día de hoy, ocupan el tiempo que transcurre en el recorrido entre el hotel TRYP y la Zona Franca. El atasco de tráfico de cada día en los accesos a la carretera industrial que comunica con el extrarradio donde está el buque atracado, permite alargar un poco la tertulia.
Parece que hoy vamos a tener buen tiempo. Es costumbre consultar los datos meteorológicos de la estación que hay a bordo, además de analizar las previsiones que ofrecen las numerosas páginas webs que tratan del asunto. Tomamos estos datos a las ocho en punto de la mañana: velocidad del viento: 8 m/s, dirección del viento: 335º, ráfagas de hasta 9 m/s, humedad relativa 91,9, temperatura aire: 23.3ºC, temperatura del agua: 21,9ºC, radiación solar: 237,5 W/m2.
Las previsiones de la Agencia Española de Meteorología también hablan de buen tiempo (ver la imagen satélite un poco más abajo), y nos da algunos detalles que ilustran lo que estamos describiendo desde hace unos días: viento suroeste fuerza 3, arreciendo a 4 por la tarde, intervalos de visibilidad regular o mala por brumas y nieblas, marejadilla. El anticiclón parece que no nos abandona y tendremos buena mar, al menos, durante los próximos siete días. Confiemos que no cambien las condiciones por bien de la calidad de los datos que estamos tomando.
Navegamos por la canal de la bahía rumbo a alta mar. Desde las proximidades del puente José León de Carranza, que une Puerto Real con la ciudad de Cádiz, vemos los primeros rayos de sol. Pasamos junto a los imponentes pilares del nuevo puente que unirá el Puerto de Santa María con el mismo centro de Cádiz, unas inmensas estructuras de hormigón en forma de T del tamaño de un rascacielos. Por el través vemos la tranquilidad del puerto comercial, donde mereceríamos estar atracados si no fuera por la desidia y el abandono al que nos somete la Autoridad Portuaria. A cuantos estamos en cubierta viendo el paisaje marinero se nos viene a la cabeza que allí podríamos estar más céntricos, más dentro de la ciudad, más cercanos a los ciudadanos, más cómodos, mejor considerados, más apoyados.
Hemos recibido algunos comentarios de los que siguen nuestro relato, preguntándome el porqué de mi insistencia en la alimentación a bordo. La razón es muy sencilla de comprender. La cocina, un auténtico laboratorio científico gastronómico, es el alma del barco. Si la comida es buena, todo el mundo está contento, y si es mala, entonces toda la gente estará mosqueada y se quejará por cualquier cosa. Vamos, que se puede armar un motín. Ya lo dejó escrito Napoleón: Un ejército camina sobre sus estómagos, y el hombre parece que sabía bien lo que decía. No hay tripulante ni científico que se precie que no se de un paseo por la cocina cada día, para ver cual es el menú de la fecha. No siempre es sencillo cocinar a bordo, particularmente cuando la mar está brava. Entonces moverse entre perolas y fogones es duro y arriesgado. El cocinero no se puede sentir mal nunca, con independencia del estado de la mar. Así pues, ¿cómo no vamos a hablar de la comida y del cocinero?
Bueno, pues para no resultar monótono, hoy no voy a hablar de la comida y me reservo para cuando nuestros seguidores me pidan que retome el asunto. Entre tanto, os diré que hemos comido muy bien y que el bocata matutino no fue nada malo. Todos estamos más gorditos. En el puente de gobierno del buque se palpa la satisfacción por el buen yantar que nos ofrece cada día Emilio Marín Milucho.
A las 10:30 horas realizamos el perfil velocidad de cada día, arrojando los siguientes resultados: temperatura en superficie 21,1ºC, temperatura sobre el fondo 15.6ºC. Con estos datos en el ordenador, trazamos la primera línea de multihaz y topas y comenzamos a tirar la línea. Son las 10:23 horas y ya tenemos ganas de empezar a ver lo que hay en el fondo marino y por debajo del fondo, en el subsuelo. Para ello tenemos la mejor tecnología de prospección geoacústica que hay en el mercado. No nos podemos quejar.
Nuestra tarea es delimitar el campo de gas en los depósitos del río Guadalquivir. Las acumulaciones de gas son verdaderamente importantes. Es un fenómeno expansivo que alcanza extensiones considerables. Nuestro experto en GIS, Gerardo Bruque Carmona, se esmera en analizar los datos de cada día para poder valorar la extensión de estas superficies gasificadas. Él conoce como nadie la herramienta informática y nos provee, puntualmente, de los datos necesarios para que podamos continuar con las planificaciones que han de proseguir cuando finalicemos esta primera fase de la prospección.
Me comunican que en tierra, en el Centro Oceanográfico de Málaga, en Fuengirola, nuestros colegas están interpretando las capturas de pantalla que les enviamos desde el barco cada día, y las contrastan con los datos de referencia que tenemos en nuestras bases de datos. De ello se está encargando el Dr. Juan Tomás Vázquez Garrido, experto en tectónica diapírica y responsable en el IEO del Proyecto CADHYS (que también estudia algunos aspectos geoquímicos de las expulsiones de gas en el Golfo de Cádiz), quien nos envía sus opiniones por Internet y nos ayuda a tomar decisiones sobre la marcha. Este apoyo en tierra es de gran importancia pues permite realizar las consultas en tiempo real, lo cual nos garantiza una mayor fiabilidad en la interpretación de datos que realizamos a bordo.
Hoy estamos teniendo algunos conflictos con la sonda multihaz en el momento de actualizar y transferir las líneas para la navegación. El programa no responde a las instrucciones que le damos y ello nos obliga a reiniciarlo. Ello supone que tenemos que parar la carrera sobre la línea que estamos haciendo y salir de ella para volver a empezar desde el momento en el que se ha detectado el fallo. Esto determina una menor eficiencia en el rendimiento del tiempo de uso del buque, lo cual nos entristece pues sabemos que nuestra campaña tiene fecha de caducidad, es improrrogable, así que tiempo perdido en alguna avería o fallo, es tiempo irrecuperable. Por eso siempre estamos obsesionados con comprobar cada día, antes de hacernos a la mar, que todos los sistemas funcionan correctamente.
A pesar de los problemas, estamos muy satisfechos por la jornada de trabajo que hemos culminado. La meteorología nos ha ayudado y el cuerpo lo agradece. No hay mareos ni desfallecimientos. La campaña marcha y regresamos a tierra con alegría. Desembarcamos a la carrera y nos agazapamos en el coche, que está hecho un primor .....¡como para ir a la feria de Puerto Real!.... todo lleno de lunares fétidos y corrosivos producto de la actividad fisiológica compulsiva de las gaviotas. Creo que hoy tenemos tapas en La Marea, lugar recomendable donde los haya. Hay que reponer fuerzas de flaqueza y para ello siempre estamos dispuestos todos y cada uno de nosotros.
El regreso al hotel nos permite disfrutar de las hermosas vistas que nos regalan las ventanas de las habitaciones, que todas dan al mar, a la playa. Se escucha en el chiringuito que hay frente al TRYP Caleta: "Las olas de la Caleta, que es plata quieta, rompían junto a las rocas,....", hay que ver como cantaba Carlos Cano el paisaje gaditano. Todavía resuena el son de su música por las calles y plazas de Cádiz, e incluso el propio teatro José Mª Pemán, donde pude disfrutar de alguno de sus conciertos, repite su música en vivo, por lo bajito, para todo aquel que quiera escucharla....."que tengo un amor en La Habana y el otro en Andalucía,....". Ohú.....
(Publicado 10 Junio 2010)