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Campaña Chimeneas de Cádiz - Febrero 2011 - IEO # Mensaje 12

Celebración a bord, Alejandra Fernndez sopla la tarta de cumpleaños ©IEO

Lunes 21 de febrero de 2011

Cuando Alejandra abrió la puerta del laboratorio húmedo, ya sabía que había cumplido un año más. Su mente se estremeció a esa temprana hora de la madrugada, al pensar que la celebración que tanto le hubiera gustado realizar, quedaba truncada por la imposibilidad de poder encontrar un hueco en el sin fin de actividades que estaban programadas a bordo. El trabajo que tenía que hacer era mucho y esto le sustraería el tiempo suficiente como para proponer hacer una celebración, con motivo de ésta efemérides, al Jefe de Campaña, por muy pequeña y discreta que esta fuera. Esa congoja fue aumentando a medida que giraba el pomo de la puerta y las bisagras comenzaban a dejar que la puerta se fuera abriendo lentamente. Los pernos chirriaban por causa de la herrumbre salina que se había colado por las ranuras, y su crujido metálico sonaba como un lamento que acompañaba los pesares de nuestra amiga Alejandra.  “Ay pena, penita, pena, la que yo siento, que no puedo celebrar mi cumpleaños porque tengo tanto que trabajar”, para sí decía Alejandra. “Y nadie sabrá que soy un año más mayor, con lo que a mi me gusta una celebración en condiciones”, continuaba quejándose en su interior.

En esas cuitas andaba cuando terminó de abrir la puerta y acceder al interior del laboratorio. Una vez que estuvo dentro, se encontró con un inmenso letrero pintado en la pizarra de tareas que decía “FELIZ CUMPLEAÑOS, ALEJANDRA”. Atónita ante el graffiti y sin salir de su perplejidad pensó, ¿cómo puede ser que se hayan enterado de que es mi cumpleaños?, ¿quién es el que mi sueño vela y quién de mi se preocupa? Pero la respuesta la tenía en su poder el Gran Curro López, al que no se le escapa nada. Mientras cavilaba sobre la autoría del letrero se oyó un estruendoso cántico desde la cubierta principal, entonando al unísono “cumpleaños feliz”.    

Pues, como os decimos, hoy es el cumpleaños de Alejandra. Alejandra Fernández Zambrano estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Granada. Completó sus estudios en Coimbra donde cursó los dos últimos años de su carrera. Trabajó durante seis meses en Portugal, adscrita a  un proyecto de estudio del lobo ibérico. Más tarde regresó a Granada donde trabajó en un proyecto de la Universidad, sobre entomología con formícidos y macro invertebrados acuáticos (Tricopteros) Hizo un Master de Oceanografía en la Universidad de Barcelona, en el curso académico 2009/2010. Completó este curso de especialización con una Tesis de Master en el Centro Oceanográfico de Cádiz, bajo la dirección del Dr. José Luís Rueda Ruíz y el Dr. Víctor Díaz-del-Río Español. El tema de estudio fue la caracterización de las comunidades bentónico demersales de un volcán de fango del golfo de Cádiz. Este trabajo le capacitó para integrase de manera más intensiva a las investigaciones que ahora se hacen en el contexto del Proyecto LIFE+ INDEMARES. Esta es la razón por la que ahora está a bordo integrada en el equipo de trabajo que ejecuta la campaña.

Alejandra es una chica que derrocha simpatía y tiene un marcado acento granadino que resulta muy gracioso y muy salado, sobre todo cuando está trabajando sometida a gran presión. En el barco está trabajando con el bentos, junto con José Luís Rueda, que  es su mentor en esta materia. Ambos forman un equipo muy bien conjuntado.

Pues bien, nuestras alegrías matinales las hemos de moderar rápidamente porque en nada que nos damos cuenta ya tenemos el primer muestreo y las cajas con las especies encima de la mesa. Mientras preparamos el material, Curro informa al Jefe de Campaña que han realizado 12 muestreos con CTD, todos ellos correctamente, sin averías ni percances. Además, informa que ha ajustado la ecosonda del buque de forma que se pueda visualizar el cambio de las masas de agua, atlántica y mediterránea, e incluso la capa de agua intermedia. Un logro que únicamente Curro, con las habilidades naturales que posee, puede conseguir. Resulta un hombre tremendamente eficaz y operativo.

A las 08:30 ya tenemos la draga de arrastre bentónico trabajando sobre el volcán de fango Tarsis. Largamos 1200 metros de cable para arrastrar a una profundidad de 591 metros. Fondos fangosos, y un poco farragosos para arrastrar con tranquilidad. Cualquier tropiezo nos puede hacer perder la draga, como ya ha sucedido en otras campañas. Esto sería un desastre, a decir de Luismi, no solamente por la `perdida de la draga y el alto precio que tiene, si no además por los cueros con los que se protegen pues no son fáciles de conseguir, y menos aún barato. Pero lo grave es la pérdida de tiempo que esto supone y la pérdida del material que pudiera haber enganchado la propia draga. Una vez que, después de dos intentos, recuperamos la draga observamos que ha recogido poca muestra en la que dominan los braquiópodos y los pennatuláceos. Un nuevo intento de arrastre en las inmediaciones de la línea anterior, no nos arroja mucha más información.

Cambiamos de estrategia y pasamos a prospectar con bou de varas. Largamos a 578 metros de profundidad un total de 1100 metros de cable. Recuperamos especies que nos resultan conocidas: estrellas capitán, erizos de dos especies, pennatuláceos y otras más. No estamos teniendo una mañana muy gloriosa. Todos comenzamos a pensar que lo mejor que podemos hacer es ir a comer y esperar a cambiar de estación, o de volcán, porque esta zona es muy homogénea y no parece contener demasiada biodiversidad.

Así que mientras se arría un nuevo beam trawl se marcha el primer turno del almuerzo. Magníficas lentejas estofadas, con bacon y chorizo, muy ricas y bien presentadas para comenzar el jolgorio alimenticio. De segundo plato un lomo de bacalao espectacular, acompañado de una fresca y sabrosa ensalada, y de tercer plato, un cordero recental con patatas asadas. De postre fruta. Unas redonditas mandarinas, brillantes y achatadas por los polos. Un lunes glorioso.

Con el optimismo que propicia la ingesta de buenos alimentos, además de la alegría que induce la deglución de las legumbres bañadas por un buen tinto con Casera, salimos a cubierta con energías renovadas dispuestos a continuar con el trabajo mientras nos relevan en la mesa los comensales del segundo turno. A 639 metros de profundidad la cosa cambia, casi del mismo modo que cambia el optimismo con el que miramos la muestra después de tan sabroso almuerzo. La muestra es muy interesante, con mayor biodiversidad y abundancia que las anteriores: corales solitarios vivos, pennatulaceos muy abundantes, gambas y cigarras de tamaño mediano, estrellas de mar, etc. José Luis Rueda y Enrique García Raso se ponen la mar de contentos, …. ¡casi se vuelven a comer otra vez de la alegría tan grande que les dio!

Iniciamos el muestreo con box corer con la ilusión de conocer más sobre la biodiversidad de este curioso volcán de fango Tarsis. Hemos de realizar varios intentos, pues los mecanismos no acaban de funcionar correctamente y la draga no cierra por diversas razones. Aquí el experto es Carlos Farias que a base de revisiones y observaciones va identificando las piezas que fallan, unas veces son tornillos flojos, pasadores otras veces, muelles agarrotados, ..etc, un sin fin de piezas móviles que indican la gran complejidad de este instrumento. Logramos que trabaje correctamente y obtenemos muestra abundante en distintos lugares.

A las 13:40 cambiamos de nuevo de metodología y retomamos el beam trawl. Esta vez al sureste de Tarsis. Profundidad del muestreo 590 metros. Largamos 110 metros.  Obtenemos una buena muestra que indica alta biodiversidad, con comunidades en buen estado ambiental, corales bambú, pennatulaceos, especies asociadas a éstas dos. También había coral Flabelum.

A las 15:45 iniciamos el muestreo con sacatestigos de gravedad en la cumbre de Tarsis. Una prueba de fuego para el puente pues cada oficial pugna por situar el pirulo, como se llama en el argot geológico a bordo, en el punto más próximo al seleccionado. Cada oficial lleva a gala su record de aproximación. Todos buenos, pero alguno mejor que los demás. Fondo a 550 metros de profundidad. El testigo es un éxito. Sacamos 72 centímetros con mud brecha, con fuerte olor a sulfhídrico. Fango hemipelágico a techo y brecha fangosa a muro. Nieves está muy contenta porque nunca había olido un fango con un marcado olor a metano Ella dice que siempre le había cabido la duda de que este olor se pudiera percibir en los muestreos, pues el olor no había sido nunca tan fuerte como el de ahora. Hoy, en cambio, no cabe duda, cuando se hurga en el fango, se desprende un olor muy fuerte a... bueno, pues como si el volcán tuviera aerofagia, vamos. Una guarrería.

Ilusionados por el éxito del testigo atacamos la cumbre con box corer. Son las 17:20 y aquí no se para. La cubierta es un ir y venir de instrumental y de investigadores con sus muestras de especies, de sedimentos, de rocas. Cada cual con lo suyo. El éxito de ésta muestreo nos excita aún más. Obtenemos ejemplares de Leptometra, una especie protegida de gran fragilidad y que tiene una morfología hermosísima. Los bentólogos no caben más de gozo. Su emoción es tan grande que solo esperan la hora de cenar para celebrarlo con buenos alimentos.

Tanta alegría rebosa en la cubierta que, Antonio, el Maestro Cocinero, afamado repostero, ha preparado una tarta para festejar el cumpleaños de Alejandra. A las cinco y pico la sorprendemos en plena faena cuando se disponía a depositar unos tarros con fauna en una de las cajas en el interior del laboratorio. En ese momento hace irrupción una magnífica tarta, con velas y regalos. Alejandra no se lo esperaba y está muy contenta. Cantamos cumpleaños feliz, sopla las velas y se dispone a abrir los regalos: una camiseta preciosa de colorines (que por supuesto se pondrá esta noche), el polo del barco (en el barco venden un polo con un logo muy bonito), un invento que sirve para enrollar los cables y que no estorben, también hay un CD, un cuaderno y unos pendientes. Los pendientes son artesanales, los hace Joaquín, un miembro de tripulación que se jubila este año y es un verdadero manitas. También hizo él mismo la caja y las decoraciones. Los pendientes son blancos, de otolitos. Estamos impresionados con las habilidades y el arte de este señor. Curro no se quedó atrás y le regaló una pulsera hecha por él mismo a base de cuerda. La verdad es que había que ver a Alejandra la cara de asombro que tenía y que indicaba, bien a las claras, que no podía salir de su asombro.

Últimos lanzamientos de draga a las 18:22, a 642 metros de profundidad, y nos preparamos para procesar lo que será el ultimo muestreo del día. Todavía nos quedan muestras acumuladas que procesar sobre la cubierta y que han de hacerse con calma cuando terminemos las maniobras con los equipos. Tenemos aún trabajo hasta bien entrada la noche.

La cena nos reconstituye y nos atempera el cuerpo, pues ya estaba haciendo un poco de frio, sensación que se incrementa por el efecto del agua con la que estamos mojados todo el día. Una crema de de zanahoria, de segundo judías verdes con jamón y de tercero pollo asado con patatas. De postre, más tarta, que está riquísima y todos comemos.

Después de cenar, y como ya es habitual, lo dedicamos a los muestreos con CDT y perfiles de ADCP. Tarea en la que Curro y Laura ya se han hecho unos expertos. Los que aún resisten el sueño y quieren relajarse junto a un buen mojito con hielo, nos apuntamos a ver la tele, en portugués. Acabamos viendo Snoopy, un episodio en el que Charlie Brown se hace invisible. Es una buena forma de aprender portugués. Tomás bautizó como “mojicos”, pues no eran realmente mojitos, ya que no tenían menta y la mezcla con el limón estaba “suavecica”. Nos pusimos música, a volumen moderado en el interior del laboratorio, para no molestar a los miembros de tripulación que estaban durmiendo. Una pena no haber tenido la canción de  Lady Gaga “Alejandro”, pero al comentario del asunto, José Luís Rueda se lanzó a interpretarla acomodándola al nombre de ALEJANDRA.  “Ale, Alejandrrraaaa, Alejandrraaaaa”. Sacamos frutos secos y patatas para picar, vinieron algunos del equipo de fonda a probar el mojico, que hicimos en una marmita de la cocina, y que al final, aunque no supiese a mojito, sino más bien a ron con limón, tuvo mucho éxito. Entre tanto Curro y Laura seguían trabajando, CTD arriba en la cubierta y ADCP abajo en la discoteca.

(Publicado 23 Febrero 2011)

Enrique García Raso y Alejandra Fernández analizan las especies fijas a la superficie de una chimenea carbonatada ©IEO
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