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Campaña Chimeneas de Cádiz - Febrero 2011 - IEO # Mensaje 5

Box corer con batisonda ©IEO

Lunes 14 de febrero de 2011

Amanece este día de San Valentín con una creciente marejada, con viento del noroeste fuerza 5 que se va a ir incrementando a partir del medio día. Por si acaso hoy me tomo una doble dosis de Biodramina no vaya a ser que la cosa vaya a más y, …… buaffff….., y esto, de verdad, sienta fatal. Decir a bordo que es el día de los enamorados pues no tiene mucho sentido, porque aquí todo el mundo parece estar tremendamente enamorado de su trabajo, aunque no vayan poniendo corazoncitos en las etiquetas de los envases en los que almacenan los especímenes obtenidos de los muestreos.

Esta noche, como de costumbre, han estado trabajando Curro y Laura en la adquisición de datos de hidrografía. Han realizado 13 muestreos con CTD, además de los correspondientes perfiles de ADCP. Quisiera deciros que el trabajo nocturno tiene mucho mérito, pues manipular un aparato en la oscuridad de la noche, a pesar de que en cubierta hay focos que alumbran el barco, da un poco de respeto. Como se ha presentado un pequeño inconveniente, Curro vuelve a demostrar su sorprendente polivalencia y está dispuesto a resolver el asunto. El oxímetro del CTD no funciona correctamente, así que recibimos instrucciones desde tierra para que intentemos arreglarlo. Curro se pone manos a la obra y en un plís plás lo ha resuelto. Como no podía ser menos, le hacemos la ola.

Tras el desayuno unos salen de trabajar y los siguientes se incorporan a la actividad. Enseguida comenzamos el primer arrastre demersal a las 08:00 en punto. Maniobra en cubierta. Contramaestre, Chapela, dirigiendo la operación. Los marineros en sus puestos distribuidos por los lugares estratégicos de la cubierta atentos a las indicaciones de Chapela. En poco tiempo está el arte en el fondo, a 578 metros de profundidad, y comenzamos a contar el tiempo de arrastre después de haber largado 1300 metros de cable. Entre tanto, los científicos han vuelto a desplegar todos sus aperos de trabajo, se han enfundado sus trajes de agua, cascos, botas de seguridad, y toda la parafernalia que exige su trabajo a bordo.

Este primer arrastre lo realizamos en las inmediaciones de uno de los volcanes de fango, llamado Tarsis,  más curiosos del Golfo de Cádiz. Cuando me enseñaron el gráfico 3D de su relieve, me resultó muy graciosa la forma que adoptaba, a modo de un cono saliendo de un agujero. No tiene grandes dimensiones, pero dicen los expertos que la depresión que acompaña al cono es síntoma de que ha tenido, o tiene, actividad como punto de expulsión de gases.

Pues sea como fuere, entre pitos y flautas nos encontramos con las cajas de material repletas de fauna delante de la mesa de trabajo y los científicos lanzándose a clasificar y separar las diversas especies. Parece que durante la noche han debido de tomar Red Bull porque hay han salido con unas ansias de trabajo que han de ser fruto de su amor por la Ciencia. Vamos, digo yo. Han salido gambas rojas, raya picuda, estrellas que no habíamos visto hasta ahora, por ejemplo la estrella capitán, y rape negro. Muy interesante, a decir de José Luis Rueda y Enrique García Raso, los expertos bentólogos que todo lo miran.

A las 09:59 iniciamos la maniobra del siguiente lance a 558 metros de profundidad. A las 11:41 ya está el arte a bordo. A toda prisa se rematan las últimas operaciones de clasificación de los muestreos del arrastre anterior y sin solución de continuidad nos encontramos con la mesa repleta de especies que hay que empezar a clasificar. El resultado de este nuevo arrastre, como era de esperar, es muy similar al anterior y concluimos que no se ha incrementado la biodiversidad aunque se constata la presencia de especies de alto valor ecológico como las que os acabo de mencionar. Si que es de destacar la presencia de pennatulaceos que es una especie muy mimada por los bentólogos, tanto por su belleza como por su fragilidad, con independencia de su valor ecológico.

Se organiza el primer turno de comidas mientras que los primeros afortunados van a disfrutar de las suculencias que nos ofrecen los cocineros: el primer servicio consiste en unas lentejas guisadas con chorizo, morcilla y patatas; el segundo servicio es un espectacular gallo con ensalada, pescado muy apreciado en Galicia,  y el tercer servicio consiste en una chuleta de cerdo con patatas. De postre, un aromático mousse de chocolate de textura bien compensada y jugosidad probada. ¡Ah!, ¿creéis que quedó algo en los platos? La Ciencia propiciará grandes profesionales enamorados de su trabajo, pero genera, a Ciencia cierta, expertos y profesionales golosos, esta especie de comensal al que le gusta comer bien, cocinar buena comida y seleccionarla bien, según establece el noble Grimod de La Reynière en su obra maestra “Manual de Anfitriones y Guía de Golosos”.

Voy a hacer mención al trabajo que están realizando las dos estudiantes en prácticas de la Universidad de Cádiz que están realizando una estancia en el Centro Oceanográfico de Cádiz. Esta circunstancia les ha permitido embarcar a bordo del B/O Cornide de Saavedra y vivir así una de sus más emocionantes aventuras científicas. A decir de ambas, están disfrutando de todo lo que ven y hacen. Sara Castillo Oñate y Narta Cabello de Pando son dos estudiantes de Ciencias del Mar muy ilusionadas con su futura profesión. Les apasiona la investigación científica y confían poder encontrar, algún día, una oportunidad para incorporarse a algún grupo de investigación del IEO o de otra Institución que realice investigación científica marina. Pugnan por ver cual de las dos se marea menos, así que hacen esfuerzos para mantenerse activas, y en cubierta, para así sortear los efectos del mareo. Hoy ha resultado algo más complicado porque nos ha llovido y ha hecho algo más de frío, así que no ha quedado más remedio que refugiarse en el interior del barco buscando calorcillo y esto es una trampa que te atrapa ……. Buaffff. Ya sabéis. Pero bueno, se repone uno tomando una manzana o cualquier pieza de fruta que ayude a sostener el estómago y, de nuevo, a trabajar. Nada peor que tumbarse. Ya he aprendido la lección yo también.

Ambas están muy activas en los muestreos biológicos. Miden y apuntan las tallas, y las introducen en una base de datos, clasificados por arte de pesca. A Marta le gusta mucho aprender lenguas, sabe francés, inglés y alemán (fue a Alemania de Erasmus) y quiere seguir aprendiendo más lenguas. Sara es muy deportista, le gusta sobre todo la natación y correr. Está en el equipo olímpico universitario, y va a concursar en el torneo español de universidad en la categoría de campo a través.

Una vez que los dos turnos de almuerzo han finalizado, recuperamos la actividad al completo. Todos los científicos en cubierta y los que trabajan con los ordenadores en sus puestos de combate. Segundo asalto al fondo del mar. Atacamos ahora con box corer, con la que hemos tenido algún problemilla pero que Curro, como no podía ser de otra manera, ayudado por el personal de máquinas, siempre disponible a cualquier hora que se le requiera. A las 13:00 h estamos sobre el primer punto de muestreo en la zona de Tarsis. Comenzamos por el flanco este, a una profundidad de 591 metros. La muestra es fango arenoso en superficie y fango a muro. Tamizar el fango es muy divertido, ya os lo contaré otro día en detalle, pero es actividad no apta  para los que sean remilgas en la manipulación de cosas blanditas y viscosas. Como el viento sigue arreciando y la maniobra se vuelve peligrosa, el Jefe de Campaña, asesorado por el Capitán, decide suspender el muestreo con este sistema.

Pasamos entonces a trabajar con el beam crawl al sur de la cima del volcán de fango Tarsis, a una profundidad de 579 metros. Largamos 1050 m de cable. En esta ocasión le hemos acoplado un sensor de profundidad que acompaña al de abertura que ya llevábamos ayer, por lo que, tenemos un control más exacto de la posición del arte sobre el fondo. Después de 5 minutos arrastrando viramos el arte. El punto final al que se comienza a recoger el arte alcanza los  620 metros de profundidad. Obtenemos principalmente pennatulaceos y dos corales negros, organismos que conforman un hábitat susceptible de ser protegidos. Creemos que nos hemos encontrado con una pradera de estas especies, aspecto que hemos de comprobar cuando regresemos a este punto, en la segunda parte de la campaña, y realicemos las observaciones con cámara de fotos submarina.

Finalizamos la jornada en cubierta con dos arrastres de draga bentónica que vuelven a arrojar el resultado que ya habíamos previsto a tenor de los anteriores muestreos. Resta procesar las muestras de sedimento que, a buen seguro, aportarán mucha información sobre las especies infaunales en las que la Universidad de Málaga está muy interesada. El resto de la tarde lo dedicamos, como es habitual, al reconocimiento de la batimetría de los arrastres de pesca. Hoy el capitán no ha puesto ninguna objeción a la posición de los lances propuestos.

La fatiga del trabajo intensivo se hace sentir en nuestros cuerpos. Cuando llega la hora del primer turno de cena ya hay algunos que comentan que vuelven a tener apetito. Tal es el consumo energético que se realiza a bordo con el trabajo que hacemos. Muchas veces me cuesta entender que esto sea posible, por eso insisto tanto en este aspecto que tanto me asombra. Yo creo que el continuo movimiento del barco y el esfuerzo que hay que estar haciendo, permanentemente, con todo el cuerpo para mantenerse en posición vertical mientras se trabaja, ha de ser un factor importante que explique este apetito voraz que nos entra. Es como si estuviéramos haciendo gimnasia todo el día.

Bueno, pues explicaciones aparte, os diré que la cena ha estado muy bien, y muy calentita. ¡Que bien! No sabéis como se agradece entrar en la cámara del buque y encontrarse una sopa caliente de primer plato. Lo peor de todo es que con los movimientos bruscos que hace el barco, por efecto de las olas, hay que hacer juegos malabares para que no se nos caiga la sopa por encima. Cosa que no conseguimos controlar todos y que origina grandes risas. Hay que agarrar el plato hondo y apoyarlo en un solo punto sobre la mesa. Entonces hay que acompasar la inclinación del plato al ritmo que imprimen las olas. Cuando el barco se escora a babor, el plato lo inclinamos a estribor y así logramos tomar la sopa sin que se caiga un solo fideo. El segundo plato, un filete de pescado, es más sencillo de tomar y más aún el filete con pimiento a la plancha que tomamos de tercero. Pero aún nos queda espacio en el estómago para tomar un digestivo yogourt de fresa.

Una buena tertulia, acompañada de una botella de ron invitación del Jefe de Campaña, mientras logramos controlar la caída plomiza de parpados y en cuanto alguien nota que comienza a charlar balleno, comprende que ha llegado el momento de irse a la cama. Un saludo a los que se quedan de guardia nocturna y caemos rendidos sobre la cama.

(Publicado 20 Febrero 2011)

Imagen 3D del volcan de fango TARSIS junto a su batimetria ©IEO
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